Día: 12 de enero de 2009

Gravísimo error expropiación del Hato Piñero

hatopinerosabanaswebEn Cojedes, durante el fin de semana, fue público el anuncio presidencial de la próxima afectación y conversión del predio de propiedad privada Hato Piñero en unidad de desarrollo socialista. Al respecto pareciera no ser suficiente el fracaso de todos los proyectos y planes oficiales en las fincas invadidas y expropiadas, no solo del estado Cojedes sino de toda Venezuela. Obviamente el objetivo no es aumentar la producción sino simplemente populista, pues las cosechas que se obtienen solo son de votos entre los beneficiarios de las tierras ajenas a expensas del esfuerzo e inversión de los propietarios afectados. En el caso del Hato Piñero la afectación anunciada es desalmada, pues no se trata de un centro comercial como el Sambil de La Candelaria en Caracas, que puede cambiarsele el uso, indemnizar a sus propietarios y ya está. El Hato Piñero es todo un esfuerzo privado conservacionista y ganadero de seis décadas de ejecución. Es el último refugio de fauna silvestre que queda en los llanos de Cojedes, y un gran hato organizado para producir ganado de carne para abastecer al país, actividades ambas imposibles de ser gerenciadas eficazmente por ningún burócrata del Instituto Nacional de Tierras – INTI o cooperativas, como ya ha quedado suficientemente demostrado a la luz pública.

Por otra parte debe quedar claro que de las acciones oficiales últimas contra la propiedad privada, como la anunciada expropiación en diciembre pasado del centro comercial Sambil y ahora este enero, la del Hato Piñero, el mensaje que da y recibe el sector empresarial, es de detente de toda inversión privada de cualquier magnitud en la construcción y la agricultura. Y como bien todos los venezolanos sabemos, eso no es bueno para el país y muy especialmente en tiempos de ajuste y recesión que ya se ven venir.

La anunciada expropiación del Hato Piñero es un gravísimo error oficial más en un país donde por causa de la inseguridad agraria y el irrespeto sistemático a la propiedad privada, hoy se importa el 50% de la carne para el consumo. También porque es nulo el esfuerzo conservacionista oficial. De hecho, en las fincas y hatos invadidos y luego expropiados por el INTI, la depredación de la fauna llanera y de los ecosistemas ha sido y es brutal, con total impunidad de los depredadores y la complicidad de múltiples funcionarios que se hacen la vista gorda o que participan del crimen ecológico . Y en cuanto a la producción, después de 3 millones de hectáreas intervenidas y arrasadas, las cosechas siguen siendo invisibles, tal como los huevos de los gallineros verticales, las hortalizas de los huertos oligopónicos, o los pescados de la acuicultura en Cojedes, que con gran derroche del dinero público se financiaron para no producir nada.